Para nosostros los italianos la casa es considerada un bien precioso, no sólo por el valor economico que representa sino sobretodo por el valor moral, social y espiritual que esta encierra.
El focolar domestico, el lugar donde la familia se reune, se confronta, crece, donde encuentra su natural refúgio; el lugar donde se concentran los momentos más importantes e intimos de convivialidad.